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'El gran premio...en Casablanca'
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- María de Santibáñez
- Sábado, 31 Mayo 2014 00:09
Sin lugar a dudas, uno de los hechizos del deporte es la posibilidad de viajar alrededor del mundo, ya sea como aficionado, periodista, familiar, deportista...da igual. Pelear, combatir, luchar, correr, saltar, vibrar...marchar en una parte del globo terráqueo que no es tu hábitat natural puede resultar idílico, aparte de proporcionar al individuo visiones y experiencias adicionales, herramientas para afrontar el futuro con otra perspectiva.
La ciudad marroquí de Casablanca puede ser uno de esos emplazamientos que por historia y belleza merecen la pena. Hasta allí se ha desplazado nuestra vital compañera y marchadora Coral Aja Pérez para competir este sábado en los 10 kilómetros del X Gran Premio Internacional de Marcha de la capital del Magreb. A las órdenes de José Antonio Quintana y con muchas horas de sacrificio a sus espaldas, la castreña acude a su primera competición fuera de nuestras fronteras.
Gracias a la intermediación de Rubén Castrillo, ex marchador internacional, Coral y otros dos españoles, Luis Javier Casas y Luis Cambronero, estarán presentes en la ciudad atlántica que recibirá a los nuestros con una previsión de sol y 24 grados a las 16:30, hora prevista para el comienzo de la competición. Castrillo mantiene una estrecha relación con la organización del evento y colabora en labores humanitarias proporcionando material deportivo a los jóvenes deportistas marroquíes.
Casablanca es una de las tres ciudades más ricas de África, en cabeza, la sudafricana Ciudad del Cabo. Con cinco millones de habitantes sobrepasa a la capital política de Marruecos, Rabat, a 100 kilómetros de distancia. Uno de los grandes atractivos, aparte del Boulevard de la Corniche (una especia de Quinta Avenida neoyorkina) y la arquitectura colonial heredada de los franceses, es la Mezquita Hassan II.
Esta impresionante edificación (recreada en la fotografía junto a Coral) fue diseñada por el francés Michel Pinseau y se inauguró en 1993 para conmemorar el aniversario del Rey Hassan II. La idea de la concepción parte de un verso del Corán que dice que el trono de Dios se erigió sobre las aguas, y ahí es donde toma parte la construcción, ganando terreno al mar.
Su minarete posee una altura de 210 metros, en cuya punta existe un láser que apunta hacia La Meca, convirtiéndose en el edificio más alto de todo Marruecos y en el templo de mayor altura del mundo. Además, puede albergar a 25.000 fieles y alojar a más de 80.000, acondicionados en los patios y plazas aledañas. Su coste fue de 500 millones de dólares, todos cargados a las arcas públicas.
A pesar de que Los Cantones coruñeses dictarán sentencia para el Europeo de Zúrich, Coral recibirá su otro "gran premio" en tierras marroquíes.