Natación
La desmotivación de las mínimas
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- José Ramón Cantero
- Domingo, 06 Julio 2014 09:25
Hace unos meses, el nadador Fabio Zamarreño escribió un artículo muy bueno acerca del sinsentido de las mínimas, "Hacia el abismo absoluto", lo tituló él. No obstante, como era de esperar, nunca se escucha a los nadadores, nunca se escucha a quienes hacen que todo esto sea posible, y es por eso, por lo que me he animado a escribir unas líneas sobre este tema que es hoy día, uno de los mayores quebraderos de cabeza dentro de cada club.
En las contadas ocasiones en las que en los grandes medios de comunicación podemos leer algo de natación, únicamente nos hablan de Mireia Belmonte, de Melanie Costa, de Rafa Muñoz, y de pocos nadadores más. Como si el mundo de la natación terminase ahí, como si esos nadadores hubiesen salido de la nada, como si nunca hubieran sido niños, como si hubieran nacido ya siendo estrellas. En algunos casos se habla de mínimas internacionales, pero nunca se habla de mínimas para participar en los campeonatos de España, y sinceramente, creo que hay mucha más gente preocupada de esto último, sobre todo en los dos últimos años, en los que el tema de las mínimas absolutas es un auténtico circo, empecemos por el principio:
Hace un par de años se establecieron unas mínimas para los campeonatos nacionales de la temporada, mínimas que, sorpresivamente, habían bajado considerablemente con respecto a años anteriores, sobre todo en categoría absoluta. Al mismo tiempo cambiaron la conversión, haciendo mucho más fácil lograr las marcas en piscina de 25 metros. Ante el masivo descontento de nadadores, técnicos y clubes, la RFEN decidió dejar las conversiones como estaban antes, pero las mínimas no se modificaron, por tanto, muchos nadadores que llevaban varios años asistiendo a los nacionales, vieron cómo ahora, deberían bajar varios segundos de marca si querían volver a participar en un campeonato de España.
Como no podía ser de otra manera, el resultado fue el que se esperaba. Pruebas en las que ni siquiera había participación para completar final A y final B, sobre todo en pruebas de fondo, y sesiones de competición que no superaban la hora y media. Detrás de eso, muchos sueños rotos, sensación de que se ha perdido el tiempo entrenando durante tantísimas horas, en fin, que una vez más, se ha dejado de pensar en los deportistas.
Tras los desastrosos campeonatos que se disputaron el año pasado, algunos, entre los cuales me incluyo, pensábamos que los responsables de la federación rectificarían, y volverían a poner mínimas acordes al nivel de nuestra natación, pero no. Un año más nos encontramos con que las marcas exigidas son inaccesibles para la mayoría.
Tradicionalmente, España ha tenido nadadores de una calidad increíble en las categorías inferiores, alevines, infantiles, junior, nadadores que brillaban en campeonatos internacionales, nadadores que sorprendentemente, desaparecían al cumplir los 18 años, o que simplemente, dejaban de ser tan buenos.
Esto se debe, principalmente, a la falta de medios para entrenar como es debido, porque en España el sistema educativo va por un lado; el deportivo, por otro; y el institucional, por otro muy diferente. Un nadador de categoría absoluta para competir a un nivel alto, debe entrenar durante muchas horas, debe hacer dobles sesiones, debe estudiar una carrera porque con la natación no se vive, en definitiva, al nadador se le deberían facilitar lo máximo las condiciones para llevar a cabo sus entrenamientos, y sobre todo, se deberían poner mínimas realizables, porque así, lo único que están consiguiendo es que los nadadores absolutos, esos que han sido alevines, infantiles y junior, esos que han sido preparados durante años para dar caña a nivel absoluto, al final dejen de nadar, desmotivados por culpa de unos directivos que sinceramente, creo que cada vez demuestran saber menos de natación.
Ya que son muchos los que han cuestionado duramente el criterio de las mínimas de la RFEN, podrían estos dar una explicación, y ya que estamos, que esta no sea económica, porque la web de la federación española parece un álbum de fotos del presidente Fernando Carpena, que está cada fin de semana en un sitio diferente, disfrutando de campeonatos, con todo pagado, y para todo eso sí hay dinero de sobra, pero para organizar campeonatos en condiciones, o para abrir un poco más el abanico de nadadores que asistan a campeonatos internacionales; no, para eso la RFEN está falta de dinero, para eso hay que aplicar políticas de ajuste.
Lo peor de todo, es que a los directivos de turno se les llena la boca a la hora de hablar de las estrellas, de Mireia, de Melanie, de Rafa, de Erika, pero sinceramente, dudo mucho que ellos fuesen en algún momento partícipes del éxito de estos nadadores, lo que hay detrás de ellos es un trabajo espectacular de clubes, entrenadores, familias, y claramente, en un país de 46 millones de habitantes, si el sistema funcionara como es debido, deberíamos tener muchos más deportistas entre los mejores del mundo.
¿Se han parado a mirar a los países que les rodean? Ya no hablo ni de Australia, ni de Estados Unidos, ni siquiera de Canadá, hablo de países mucho más cercanos geográfica, social y políticamente, como Francia, o Dinamarca, ¿Cuántos habitantes tiene Dinamarca? ¿Y cuantos nadadores de élite mundial? Calculen el porcentaje, se sorprenderán, y a continuación vean proyectos que funcionan. A lo mejor, algo no va bien en los Centros de Alto Rendimiento, a lo mejor hay algo que se debería cambiar en ellos, o a lo mejor se debería ayudar más a los clubes, que son la cuna de los mejores nadadores.
No hago afirmaciones, porque esto no me corresponde cambiarlo a mí, esto les corresponde hacerlo a los que más saben de natación de este país, y la mayoría de esa gente está en los clubes, alejada de los puestos importantes de la RFEN, escúchenles, o más fácil aún, dejen sus asientos de privilegio, sus viajes oficiales, y ayuden a este deporte, permitiendo que los que de verdad saben de natación tomen las decisiones.
En fin, mucho ánimo a todos esos nadadores que a pesar de todo, se siguen dejando la piel cada día en la piscina, luchando las mínimas, persiguiendo sus sueños. Únicamente vosotros sois quienes hacéis grande este deporte, únicamente vosotros hacéis grande la natación.