Liga Femenina
Gastaminza, la gladiadora
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- Tomás García Serrano
- Jueves, 17 Julio 2014 13:20
Soy amante del baloncesto desde tiempos inmemoriales, mal jugador (aunque buen tirador :/ ), incluso fui árbitro de este deporte. Y en la carrera, la especialidad a elegir no podía ser otra, claro. Pues bien, si mi amor al deporte, a pesar de los años, no hace más que crecer, sólo es posible porque hay personas que no hacen más que reactivar la pasión. El deporte son las personas que lo practican. Y cuando además de practicarse, se vive, se transmite. Cuando Amaya se eleva entre las rivales luce en las alturas un ángulo recto perfecto en su brazo. Y sus dedos al soltar son la extensión de una figura que comienza en una mirada letal a la que le gusta observar cómo la bola entra besando tímidamente la red.
El baloncesto masculino es de todos, el femenino, no. La invitación para todos los públicos está convocada, pero la mayoría no la acepta. Somos una "gran" minoría, aunque privilegiada. Esto es nocivo, porque la difusión y la justa valoración de un esfuerzo sería el mejor premio para estas profesionales. Además, los clubes no tendrían las dificultades económicas que por desgracia son completa actualidad. Todo el mundo conoce las historias de Gasol, del Chacho... aunque no quieras saberlas; te las van a contar igual.
Pero nadie me contó nunca la historia de Amaya. Ni a nadie. Por eso el basket femenino es de unos pocos. Pero yo sí la leí, hace años, como tantas, y esta historia la convertí en mía. Ella, su baloncesto, y su historia transmiten eso, amor al baloncesto. Y su positividad (a pesar de) es tanta que es un ejemplo para las niñas que vienen detrás. Y aún así, con tan sólo 23 inviernos lo tiene todo por hacer. Y lo hará. Su gran sentido del juego colectivo le da el éxito en lo individual. Podría ser una de las mejores '4' de este país, pero no es una '4'. Es una killer, una '3', la mejor que existe.
Y yo, hace cosa de un año, leo que recala en Huelva. Mi historia, la que nadie me contó. Y poco después leo un titular de prensa: "Amaya vuelve a sentirse jugadora". Y ha sido aquí. Gracias, Amaya, por hacerme sentir amor hacia el deporte. Y suerte en CADÍ. Allí también existe esa "privilegiada" minoría que lee las historias que nadie cuenta.
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