Atletismo
Un poco de sentido del humor, por favor
шаблоны YooTheme
шаблоны Недвижимости joomla
- Coral Aja
- Jueves, 27 Febrero 2014 14:40
Hace unos días surgió una gran polémica a raíz de la publicación de una foto en las redes sociales en la que varios lanzadores pertenecientes al CEARD de León aparecían en una postura que aparentemente significaba el saludo nazi. O el saludo romano, que era el mismo, pero nos gusta sacar conclusiones antes de preguntar. Ya que nos ponemos exquisitos…
En cualquier caso, esta foto hizo lo suyo, convertirse en viral y atravesar cientos y cientos de miradas, hasta que llegó a los ojos del Consejo Superior de Deportes (CSD) y la Federación Española de Atletismo (RFEA). Y entonces se armó la marimorena. En palabras del CSD, esa imagen “no tiene justificación alguna, daña la imagen del deporte y rompe con el buen orden que debe regir cualquier actividad deportiva”. Ramón Cid, el director técnico de la RFEA entiende que es una “estupidez” pero grave al mismo tiempo.
Por todo ello, a los tres atletas implicados se les abrió un expediente y se plantea una sanción de 15 días sin poder competir, incluyendo el campeonato de España de lanzamientos largos. Entiendo que el error que cometieron los tres lanzadores fue el de publicar la foto en las redes sociales, sobre todo sabiendo lo dañinas que éstas pueden llegar a ser. Pero no veo mayor problema en todo este asunto. Ellos mismos han argumentado que estaban en una cena de compañeros de entrenamiento y como suele ser ya habitual entre ellos, previamente al campeonato de España indoor cambian sus looks, con el fin de ser más visibles mediáticamente. En esta ocasión, los tres implicados coincidieron en dejarse un bigote y al verse en seguida empezaron las bromas y salieron de aquella manera en la fotografía. Una broma que nace del sentido del humor del que muchos carecen. Sí es cierto que al estar en el punto de mira del atletismo español y ser un referente para muchos otros atletas, este gesto debería haberse evitado, o mejor dicho, deberían haberse guardado esa foto para ellos. Pero no creyeron en ningún momento que ese gesto tuviera tanta repercusión y tan negativas consecuencias. Ni siquiera me lo creo yo.
Está claro que un personaje público (como lo es sobre todo uno de ellos) no debería hacer este tipo de cosas, de cara a la galería claro. Pero ninguno de los tres estaba haciendo apología del nazismo, al contrario, creo que estaban aportando una nota de humor al tema, ridiculizándolo si queréis. El problema es que al parecer nos escandalizamos hasta lo absurdo con asuntos como éste, cuando en nuestro día a día se hacen bromas muy pesadas con otro tipo de colectivos que también merecen un respeto que a veces no se lo damos. Pero claro, si no se publica no pasa nada. Repito que creo que el error de estos atletas ha sido la publicación de la foto, pero nada más. Tras el comunicado de disculpas creo que todo debería quedar ahí, abrirles un expediente si quieren, pero ni expulsarles del CEARD ni impedirles competir. ¿Acaso privar a un atleta de todo eso sí es seguir el “buen orden que debe regir la actividad deportiva”? Permítanme que les diga que lo dudo y mucho.
Si nos ponemos tiquismiquis, el pasado domingo Jordi Évole nos gastó una broma cuanto menos pesada, diciendo que el golpe del 23-F era todo una farsa. Y oigan, que nadie se revolucionó más de la cuenta ni a Évole le impidieron participar en los próximos tres programas (y sin cobrar, claro). Y la bromita estaba ahí, mucha de la gente que vivió ese momento lo hizo con el mayor miedo de todos y creer que por un momento todo ello había sido una estafa no les hizo sentirse muy bien. Y menos cuando descubrieron que La Sexta les estaba tomando el pelo. Pero ¿pasó algo? No. ¿Por qué? Porque nos lo tomamos con buen humor, como deberíamos tomarnos más cosas en esta vida. Muchos pensaréis que estas dos situaciones no se parecen “ni en el blanco de los ojos” como se suele decir. Pero sí, las dos son una broma sobre un tema delicado. Una ha trascendido y ha traído consecuencias y la otra no. El por qué deberíamos buscarlo en nosotros mismos. Será que Évole nos cae demasiado en gracia como para no poder perdonarle.
Y para colmo, la repercusión mediática se lleva la palma. Casi ningún medio se había dignado en hablar de la gran gesta que logró Carlos Tobalina al pasar el umbral de los 20 metros en peso, pero bien que quisieron hacerse eco de esta necia polémica. Nos asombramos, nos llevamos las manos en la cabeza y prejuzgamos, que eso se nos da estupendamente. Pero me parece más polémico y triste que unos atletas que a base de sudor y esfuerzo estén intentando hacerse un hueco en lo más alto, y los medios no les hagan ni caso si no es para historias como ésta. Historias que para nada representan ni al atletismo español ni a estos tres lanzadores.
Los errores se pagan, está claro. Pero hay errores de diferente índole y no creo que éste deba pagarse a un precio tan elevado. Acataremos lo que venga, pero no seamos hipócritas. Sólo me queda ofrecer todo el ánimo del mundo a estos atletas, que seguro que responderán en forma de buenas marcas. Y con buen sentido del humor.