Judo

Vientos de cambio en el judo español

Para nuevos resultados nada mejor que cambiar procesos, como bien recuerda a menudo Óscar Peñas, todo un icono del judo nacional, si bien la fórmula es aplicable en cualquier ámbito, el judo español ha querido recoger el testigo para este recién empezado ciclo de clasificación olímpica. Todo comenzaba en la coyuntura tras la marcha de Francisco Valcárcel como Director Deportivo y con el Maestro Young Lee Joo tomando el relevo.

La del Maestro Lee es una figura que siempre ha estado vinculada de una forma u otra al judo español desde que aterrizó en España y al que hay que reconocer mucho bueno dentro de este deporte; aparte de su incuestionable aportación en el plano deportivo, ahora en esta etapa pasa a ser una figura clave dentro de la estructura federativa con una posición que por lo pronto trae consigo vientos de renovación formando un equipo donde priman algunas grandes figuras y sobre todo frescura en juventud y un gran bagaje de experiencia en competición muy reciente  tal es el caso de Cecilia Blanco y Esther San Miguel que se incorporan como técnicos de la categoría femenina sénior, dos máximos exponentes nacionales que han dado muchos éxitos al judo con un palmarés a sus espaldas que les ha consagrado en el libro de historia de este deporte con letras mayúsculas; la selección absoluta masculina seguirá con Quino Ruiz y se incorpora como compañero de fatigas para compartir tareas Carlos Amores, un hombre del judo madrileño que también ha tenido sus buenos años de competidor y lleva últimamente la faceta de entrenador como papel principal dentro del judo.

En la base de esta pirámide están las categorías inferiores, a cuyos deportistas hay que dar el mayor de los mimos pues son el futuro y relevo porque ampararse en la generación espontánea no lleva a dar una cantera suficiente y de calidad; así estos jóvenes cadetes, infantiles y júniors están de enhorabuena al contar con uno de los mejores especialistas en judo suelo a nivel nacional como es el gallego Miguel Romero junto con Kiyoshi Uematsu, otro consagrado con un palmarés más que notable que ahora también estará al otro lado del tatami.

Del trabajo de planificación se encargará Alfonso López. Como jefe de proyectos se vuelve a contar con Javier Alonso, entrenador del Judo Club Alicante. Continúa en el CAR como entrenador el cubano Héctor Rodríguez. En la parte médica como responsable Jorge González y los fisioterapeutas Eva María Rodríguez y Alejandro Sánchez.

Capítulo aparte merece prestar atención a una nueva categoría a la que se le va a prestar atención como son los veteranos que también cuentan con torneos y que este año tras el verano se celebrará en Málaga, y será Gerardo Poncela el que asuma el papel de dar apoyo y estructurar a los españoles.    

Juan Carlos Barcos, presidente RFEJYA: "Cierta renovación era necesaria"

El máximo responsable de la Española de Judo, Juan Carlos Barcos, se mostraba optimista en estaba nueva etapa y declaraba a TheWangConnection: “Se aprovechó un momento cuando se fue Francisco Valcárcel al que le agradezco su labor durante todos estos años, le sustituye el Maestro Young Lee que es alguien muy vinculado a nuestro deporte desde siempre, independiente y muy respetado, su criterio siempre ha valido de mucho, es alguien con carisma y libre para decidir, de hecho las incorporaciones que ha hecho han sido gente que el ha señalado aunque desde le Federación también estimábamos que cierta renovación era necesaria”.

Dato positivo que se cuente y aproveche todo el bagaje de la grandes figuras recientemente retiradas, gente que ha ganado prácticamente todo y que ahora pasarán a interceder para que vengan los mismos trofeos que ya poseen ellos mismos o nuevos si cabe.

Ahora, como reza la máxima y antes de pronunciar opinión, queda dar los cien días de gracia a las nuevas incorporaciones o quizás algo más de margen que los resultados no son flor de un día ni de cien.           

Tiempos nuevos para una federación que anda capeando el temporal de esta crisis que no deja a nadie indiferente, gestionando recursos que tiene en cada momento, o bien se buscan fórmulas quizás nada populistas cuando ha de ser el deportista el que haga desembolso económico a la hora de competir fuera. La nota positiva es que ahora puede elegir dónde y cuándo ir, salvo en las grandes citas como europeos o mundiales que es la Federación la que convoca de modo oficial.   
       
Analizar un pasado y deleitarse en la bonanza de los viejos tiempos es caer en una zona de confort nada recomendable, ni tampoco regodearse en la negatividad de errores cometidos, aparte de dañino resulta fútil y es que de nada sirven ahora los severos exámenes del pretérito, sólo nos salvará afrontar el presente manejando los recursos de forma óptima y “mejorando lo que la naturaleza nos ha dado” como a menudo bien dice Toni Nadal.