Selección Nacional

Camino a la gloria

La Selección Española de baloncesto femenino hace historia al derrotar a la anfitriona Turquía por 66-56, clasificándose brillantemente para la final del Mundobasket, en partido jugado en el Fenerbahce Arena de Estambul ante un pabellón repleto de 10.500 enfervorizados hinchas turcos.

España estaba ante una oportunidad histórica, y lo hacía con su quinteto titular: Laia Palau, Alba Torrens, Marta Xargay, Laura Nicholls y Sancho Lyttle. El partido fue una lucha de poder a poder, con España ordenada en defensa y dejando destellos constantes de calidad en ataque. Sancho Lyttle y Alba Torrens han dado muestras de su tremenda calidad, sobre todo ésta última, que firmó un partido espectacular con 28 puntos, saliendo al rescate de nuestra selección en el último tramo del encuentro. Las turcas, con Yilmaz (segunda falta en el primer cuarto), Sanders y Alben, a la cabeza, no pudieron desplegar su mejor juego debido a la tela de araña confeccionada por Lucas Mondelo.

Al finalizar el primer acto, el luminoso marcaba un punto arriba para las turcas (19-20). Intercambio de canastas donde las defensas en ambos conjuntos se encontraban en pleno apogeo, aunque los ataques rompían esos blindajes una y otra vez. El segundo cuarto comenzó con cuatro minutos sin anotación, fallos en defensa y ataque por parte de ambos equipos. Turquía seguía correosa en el juego, pero la defensa de nuestras jugadoras era excelsa, y ahí reside, en parte, el secreto de su éxito.

A falta de 3 minutos para el descanso pudimos disfrutar de una de las joyas tácticas de Mondelo, con Xargay en el poste. La jugadora de Perfumerías Avenida es capaz de jugar tanto de 1 como de 2, 3 y 4, desplegando su mejor rendimiento en todas las posiciones, dirigiendo el juego, repartiendo y posteando a un nivel sobresaliente. Nuria Martínez fue la encargada de dirigir el juego español en el último minuto y marcó los tiempos con gran veteranía y aplomo. Al descanso se llegó con 28-27 en el marcador del Fenerbahce Arena, ganando las españolas por tan sólo 1 punto. Las mejores al descanso: Sancho Lyttle por España con 9 puntos, y 12 de Lara Sanders por parte del combinado turco.

El tercer cuarto fue un punto de inflexión para España. Le costó entrar en el partido de nuevo, y Turquía metió el miedo en el cuerpo a las españolas, desconectadas tanto en defensa como en ataque. Se fueron seis puntos arriba en el marcador, con Yilmaz en su máximo esplendor, pero Alba Torrens, sumado a la falta de acierto en el combinado otomano, salió al rescate del combinado nacional.

Con un parcial de 5 puntos seguidos, la jugadora de la eterna sonrisa rompió a las, hoy, de rojo. Este bache español fue un espejismo, pues España fue la clara dominadora del cuarto periodo, con Nuria Martínez como base de las nuestras, que manejó las clavijas del ataque a la perfección, desquiciando al entrenador turco que forzó una innecesaria técnica, dejando a España ocho puntos arriba más posesión.

Esta brecha fue imposible de superar para las anfitrionas que naufragaron ante la intensidad defensiva de España y su exquisito juego de ataque. Turquía tuvo que soportar los pitos de un público decepcionado que tendrá que ver cómo su equipo tendrá que luchar por un bronce en el Mundial en casa.

La individualidad al servicio del equipo:

España se encontraba ante una verdadera prueba de fuego, frente a una selección de primer nivel, en su casa y en una pista con un público 'caliente'. Pero nuestras jugadoras están más que acostumbradas a jugar, y ganar, en ambientes hostiles como los de hoy y suben enteros su rendimiento cuando el público intenta intimidarlas. Además, no debemos olvidar que estamos ante un grupo de tremenda cohesión, donde no existen fricciones, donde si alguien falla tiene el respeto y apoyo del grupo, porque el deporte de equipo no es nada sin las individualidades que juegan en favor del grupo. La individualidad al servicio del equipo, recordando siempre que una asistencia suma tanto como una canasta. En definitiva ,donde todas suman, apoyan y se ayudan para luchar por la victoria.

Durante los tiempos muertos y descansos pudimos ver cómo Leonor Rodríguez, la propia Nuria Martínez o Leticia Romero, que están disfrutando de menos minutos que el resto, animaban como las que más. Siguen con la sonrisa eterna que Torrens contagia, conscientes de que todo lo que se consiga en este mundial, depende también de su acción en cada minuto que disfruten, dando el resto en cada jugada. 

Este equipo es un verdadero grupo que se da la mano en cada tiro libre, tras cada jugada, tanto buena como mala, sonríe, domina y gana.

Disfrutemos de esta Selección:

Y ahora, un consejo: disfrutemos de esta Selección porque es una verdadera joya, un diamante que ahora sí, está pulido para alcanzar la gloria. Y no me refiero sólo al oro que este domingo, salvo sorpresa, se disputarán ante Estados Unidos, sino al placer de ver a esta equipo luchando y disputando el triunfo en cada competición. Estados Unidos es una potencia mundial en el baloncesto femenino, y será difícil, pero soñemos, nuestras chicas se dejarán la piel, dejando claro el ADN ganador que les invade siempre que salen a la cancha, conscientes de la responsabilidad de vestir la camiseta nacional.

Nuria Martínez, ejemplar:

Por último, quiero destacar a Nuria Martínez, que hoy ejemplificó a la perfección todo lo que es abandonar la individualidad para jugar al servicio de sus compañeras. En su equipo turco es una de las estrellas, y en esta selección ha tenido ha tenido que luchar por cada segundo en pista, disfrutando de escasa oportunidades. Hoy disputó los minutos calientes, no se arrugó y manejó las clavijas del juego de la selección con precisión suiza. Forzó faltas en ataques, sumó y repartió el juego, conformando un manual de comportamiento para enseñar a futuras generaciones.

Parafraseando a la fantástica película de James Gartner sobre la vida del mítico entrenador Don Haskins... 'Camino a la gloria'