Marisa Casanueva, viaje a Maratón

Marisa Casanueva (Manresa, 4/02/1981) acaba de anunciar que dará el salto al maratón. Tras pasar un par de temporadas meditando tan importante paso, ha llegado el momento para la atleta del New Balance Team de enfrentarse a la distancia de Filípides. El encuentro será en Sevilla, en una ciudad cuyo maratón ha encontrado la simbiosis perfecta entre fecha y circuito, una garantía de buenos registros, algo que será fundamental para ella, que hará el debut con miras muy altas: conseguir el billete que la lleve a representar a España en el Campeonato del Mundo de Pekín.

Hacía tiempo que se venía rumoreando sobre tu salto al maratón. Finalmente te has decantado por Sevilla. ¿Por qué has elegido la ciudad hispalense para debutar?

Como dicen que Sevilla tiene un color especial… Mira, correr un maratón es una cosa que, a nivel profesional se hace dos o, como mucho, tres veces al año. Como mi objetivo es el Mundial y Río 2016, tenía que estudiarlo todo muy bien para intentar tener el máximo de garantías de que fuera el mejor para mí y mis características. Haciendo un análisis de las opciones, vi que Sevilla cumplía todos mis requisitos. Además, se suma que New Balance es el patrocinador oficial, así que mejor que mejor.

¿Qué te ha incitado a decidirte a dar un paso tan importante como el de preparar los 42,195 kilómetros?

Hasta hace poco mi vida ha sido, digamos, “bastante movida”, con muchos cambios de residencia, entrenadores, entrenos… y eso no ha sido muy favorable para mi rendimiento. Han sido muchos cambios que han hecho que haga unos entrenos espectaculares, pero luego en carrera no sacaba el rendimiento “esperado” debido también a mil causas. Por ello, una cosa sumada a la otra hacía que me desmotivara un poco, que me fuera cansando de la pista, así que ha sido un proceso de años que me han llevado al momento actual.

¿Cuándo lo decidiste?

Todo esto que comento hizo que desde hace ya un par de años empezara a pensar en el salto al maratón, no ha sido cosa de un día para otro. Quería ir haciéndome a la idea y estar preparada (sobre todo a nivel mental) a la distancia, lo que supone su preparación… No quería hacerlo deprisa y corriendo, ni tampoco hacerlo por obligación o presiones externas. Así que ha sido un proceso que he ido madurando poco a poco y cuando yo lo he sentido, he estado preparada y decidida al 110%. Por eso he dado el salto ahora.

Quedan dos meses para la cita. ¿En qué volumen semanal de kilómetros estás moviéndote en estos momentos?

¡Todavía tengo que pasar los entrenos! No te miento, soy un poco perezosa en este aspecto, pero vamos, creo que esta semana pasada habré estado entorno a los 145 kilómetros.

¿Con qué objetivo acudes a tu primer encuentro maratoniano?

Con las miras puestas en el Mundial de Pekín y los Juegos Olímpicos en Río 2016.

Has participado en varias competiciones de campo a través. ¿Balance de estas semanas de invierno?

Bien, contenta, entrenando de un modo más cómoda he rendido lo mismo que otros años, pues a estas alturas ya me había machacado haciendo series. Yo estoy muy contenta con la pretemporada que he hecho de cara a Sevilla.

¿Sabes ya qué pruebas disputarás antes de Sevilla?

Falta ultimar un pequeño detalle, pero en principio, el 31 correré una San Silvestre y luego, antes de Sevilla, una media maratón.

¿Crees que vas con margen para mejorar tus 1h14.27 en media maratón?

Sí, a veces la gente se equivoca bastante y se obsesiona con las marcas, y las cogen como referencia para juzgar lo que uno vale o no sin tener ni idea de en qué condiciones esa persona fue tal día a tal carrera y qué circunstancias se produjeron en la misma. Yo misma, el año pasado, en Santa Pola, por los entrenos hechos tenía en las piernas 1h13’00 – 1h13’15” tranquilamente, ¿pero qué pasó? De entrada, de los 21.097 metros de la prueba, corrí 17 kilómetros totalmente en solitario, ya que, además de no llevar ninguna liebre, no encontraba nadie que me gustara como iba de ritmo, puesto que en algún momento me ponía con alguien, pero veía que iba a tirones y no me gustaba, así que me apartaba y seguía a lo mío. Por otro lado, a partir del kilómetro cinco o seis empezó a llover y continuó durante toda la carrera, cosa que además de ir enfriando muscularmente, hacía que el agarre no fuera el mismo. Y ya finalmente vino el aire, que no es que fuera un vendaval, pero ya soplaba esa intensidad que te hace restar y tener que forzar más de la cuenta.

Luego hay otra tendencia generalizada de la gente en saberlo todo, en que si tienes tal marca, por ejemplo en media, equivale a tal otra en maratón. Esa “regla” se puede dar en algunos casos, pero al fin y al cabo, cada uno es un mundo y tiene que conocerse a sí mismo. En mi caso, por ejemplo he hecho algún entreno a 2’51” los 1.000 metros y, en cambio, luego en algún 800 m en carrera sólo he hecho 2’19” ó 2’18” (ya ni lo recuerdo). Del mismo modo, hay gente que no es capaz de correr un 10.000m. más rápido de a 3’35” el km, pero luego, para la media maratón puede enlazar el doble de distancia en continuo yendo sólo 4” más lento.

Así que sé en qué condiciones llegué ese día y lo que había entrenado y sé en qué condiciones estoy actualmente y cómo estoy entrenando. Por todo ello, haga el medio maratón que haga (salvo catástrofe) sé que voy a mejorar mi marca.

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